Repúblicas Soviéticas, 1917-1922: Leninismo y N.E.P.

Mientras en las fronteras del territorio soviético se libraban sangrientas batallas entre socialistas, zaristas y liberales, en las zonas aseguradas por el Ejército Rojo se comenzó a desmantelar el Capitalismo y avanzar en la Revolución.

Los bolcheviques comenzaron por las expropiaciones a los grandes terratenientes, cuyas posesiones pasarían a manos de los campesinos (que comenzarían a trabajarlas de forma individual y no colectiva como se haría años más tarde. Este hecho provocó que una gran cantidad de labradores, que siempre habían pertenecido a las clases más bajas de la sociedad rusa, comenzasen a simpatizar con el marxismo-leninismo.

El gobierno de Lenin abrió al público las universidades (hasta aquel entonces reservadas a las clases más altas) y el sistema educativo soviético se crearía de la mano de Nadezhda Krúpskaya, que establece la separación de la Iglesia y la educación, además del deber del Estado de ofrecer una eduación gratuita y de calidad a toda la sociedad soviética.

La prostitución fue poco a poco erradicada y las mujeres en general vieron mejorada su situación, pasando de una sociedad patriarcal, en la que la mujer queda recluída en el hogar, a otra en la que desempeña un papel fundamental y además, percibe un salario igual al de sus camaradas varones. En la lucha por esta igualdad debemos mencionar a Krúpskaya, Kolontái y a Trotsky como sus máximos representantes.

En las ciudades, las grandes industrias controladas por la burguesía pasaron a manos del Estado, siguiendo las teorías de Karl Marx, el salario de los obreros aumentó radicalmente (aunque su nivel de vida real se vio afectado por la guerra) y las jornadas laborales de entre doce y quince horas se redujeron hasta las siete. Se prohibió además el trabajo infantil.

En cuanto a la organización del Estado, Lenin propuso la democracia popular como una variante de la dictadura del proletariado. En este sistema, para evitar la manipulación por parte de los medios de comunicación, el pueblo ejerce su poder en los soviets (que hasta aquel entonces tenían una función análoga a los sindicatos).
Los trabajadores elegían libremente a sus representantes, y éstos, a sus superiores, que a su vez eligen a los miembros del Sóviet Supremo; es decir, al contrario que en el sistema capitalista, en donde los empresarios eligen a los trabajadores, en el socialismo, los trabajadores eligen a los empresarios, que a su vez eligen a los representantes del poder legislativo...
La democracia popular también apoya la separación de poderes, de forma que el poder ejecutivo reside en el Partido Comunista, que, a diferencia de lo que se aplicaría posteriormente, no está formado exclusivamente por simpatizantes del régimen, si no que cualquier soviético con buenas ideas para mejorar el sistema podía militar en el Partido (de hecho, gente como Boris Yeltsin o Vladimir Putin pertenecían a PCUS), cuyo Comité Central se elegía de forma democrática.

Volviendo al tema económico, a partir de 1.921 comeinza el llamado período de la N.E.P. (Nueva Planificación Económica), una época en la que la transición hacia el socialismo se estanca, el sistema de la N.E.P. recuerda a las socialdemocracias actuales, pero con una mayor cantidad de empresas públicas:
Los campesinos sólo deben entregar al Estado el 10% de su producción, mientras pueden comerciar libremente con el resto.
Se permiten las pequeñas empresas privadas, siempre que no excedan el máximo de 21 trabajadores y tenga la forma de sociedad cooperativa (en la que todos los trabajadores reciban su salario en función de su trabajo y no en función de su puesto en la jerarquía empresarial).
El Estado controla las grandes empresas y es el encargado de ofrecer los servicios básicos a la población.


Para muchos analistas, en las zonas donde la guerra ya había terminado y la N.E.P. comenzaba a reconstruír el país, 1.921 y 1.922 fueron los años más felices de la historia de la clase obrera